martes, 28 de febrero de 2012

Locura sin fin ... ni principio !!


Nombre es nada más aquello que etiqueta y limita bajo una sola definición, o un número determinado de definiciones que aparentan ser suficientes para las personas. Ver tantas veces tergiversada una misma palabra, a veces duele, aunque en la mayoría de las veces causa mucha gracia.

Esta mente, esta vida y este universo que creemos que nos controla son medios etiquetados para delimitar dónde comienza y dónde termina lo otro. Lo que la gente no entiende y no quiere entender es que las palabras son meramente comunicativas; un método de universalizar, globalizar y codificar un pensamiento para todos aquellos que reconozcan el código. Lenguajes y contraseñas, de eso se tratan las conversaciones de estos tiempos. Ya nadie piensa en simplemente expresar lo que puede visualizar del universo de manera única, como lo es para cada uno de nosotros; los que lo hacen, terminan siendo tildados, nombrados, apuntados y etiquetados.

Ya no entendemos qué queremos... mentira. Sabemos lo que queremos, podrías decírmelo en este exacto momento, ¿no?

Exactamente. No.



Porque como el universo mismo, todo lo que nos rodea está en constante movimiento y una imparable evolución. Asimismo nuestra mente, nuestros deseos, nuestros ideales y la vida misma.

Entonces si te pregunto ahora mismo qué querés de la vida, me contestarás algo quizás similar a lo que me contestarías dentro de dos días, si te hiciera exactamente la misma pregunta.

Porque las ideas cambian, porque la mente cambia. No así las personas.
Es común de creer que las personas cambian. Nadie cambia de verdad, si se experimenta una discrepancia con lo que se fue alguna vez, significa solamente que algo murió en esa persona y nació algo nuevo. Es simplemente eso, nadie puede cambiar completamente lo que es, si no por un grave, accidental y totalmente traumatizante motivo.

La mente humana es una de las maravillas más misteriosas e impresionantes de este mundo.
Lo triste es que así como cualquier órgano, cualquier capacidad, cualquier habilidad que uno posea. Si no se ejercita, si no se usa, si se queda en el olvido simplemente se echa a perder.

En fin... queremos ponernos a definir la locura. Algunos lo hacen clínicamente. Algunos los tildan de inadaptados. Algunos son reacios a aceptar la existencia de ello. Y los más optimistas disfrutamos de ella.

La LOCURA en sí es en verdad dejar de limitar. Dejar de etiquetar. Dejarte expresar de la manera que quieras. Liberarte ante lo que la sociedad normalmente no acepta. A lo que volvemos a definir "qué es normal" para todo el mundo.

Las cosas no son complicadas, las cosas no necesitan un circo para ser disfrutadas.
Las cosas son como son, y nos encantan complicarnos.

¿Por qué?

Porque somos seres humanos. Entender la vida y el universo o hasta la mente misma es algo que queremos hacer. Son artes inetiquetables. Innombrables más allá de ello.

Sin embargo, investigar y soñar, vivir y cantar, correr y pintar. Todo esto es parte de nuestras vidas. Todo esto nos hace iguales y únicos al mismo tiempo. Porque cada uno tiene su forma de ver, su vida, su catatonia y su propia manera de catarsis.

El ser humano es complicado porque así lo desea. De no ser así, ¿cuál sería la diversión de trascender?

Porque buscamos trascender. Porque buscamos permanecer en los libros. Porque buscamos identificarnos cuando en realidad lo que queremos es ser distintos. Porque investigamos a la vida misma quejándonos de que deberíamos solo VIVIRLA. Por todo eso que nos encanta ser. Por todas las máscaras que usamos y que dejamos de usar día a día, minuto a minuto, segundo a segundo.

La explicación es complicada y simple para todo esto.

La verdad, al leer el título ya lo sabías.

No hay comentarios:

Publicar un comentario